Planificación Patrimonial y Sucesoria: Donación y sus Ventajas y Atributos para el Donante y Beneficiarios
Es imposible para los seres humanos no sentirse incómodos al pensar en su propia muerte. Sin embargo, uno de los pilares fundamentales de la planificación patrimonial es la sucesión. Se trata de un tema delicado pero necesario, y el principal objetivo de esta lectura es presentar los principales aspectos de la donación, así como sus ventajas y puntos a tener en cuenta.
La pandemia del COVID-19 que atravesamos ha ayudado a relativizar la barrera cultural en torno a la finitud de la vida. Es deber del planificador financiero provocar interacciones y reflexiones sobre el tema, ya que lamentablemente la muerte llegará a todos. Junto a ella, hay diversas implicaciones que acompañan la transmisión de bienes, desde las más simples y de bajo costo hasta las más complejas y costosas. También es responsabilidad del planificador tener sensibilidad en la elección del momento y la forma de abordar este tema con su cliente, además de la habilidad de exponer las principales alternativas, consecuencias y costos sobre el camino que este decida seguir.
Al abordar el tema de la donación, muchos pensamientos delicados vienen a la mente del ser humano. Juicios como "ganancias sin esfuerzo" o "abandonar a alguien" pueden alejar al donante y al donatario de aspectos y ventajas muy relevantes, tangibles o no, dentro de la planificación patrimonial. Superada la barrera cultural de la muerte y la necesidad de la planificación sucesoria, la donación es una de las principales herramientas a considerar por las familias con bienes y patrimonio concentrados en sus patriarcas.
En cuanto a los aspectos intangibles, la donación actúa como forma preventiva de mitigar conflictos entre los herederos, conflictos que pueden perdurar durante años, convirtiéndose en litigios con potenciales rupturas de lazos familiares y, en última instancia, en la destrucción o desvalorización de activos y bienes familiares. En la misma línea, la donación permite al donante, mientras está vivo, arbitrar voluntariamente sobre el valor emocional o sentimental de un bien con respecto a su donatario: un reloj para el hijo, un anillo para la hija, un vehículo para el hijo con habilidades mecánicas o un haras para la hija que practica equitación o ama a los animales. Además de evitar conflictos, puede atribuir un gran valor simbólico a determinados elementos/bienes en su transmisión a través de generaciones, potenciando así su perpetuación y mantenimiento. Por último, el tiempo también es un factor intangible y, cuanto mayor sea la disposición de los bienes donados, menor será la cantidad de bienes a inventariar, acelerando un proceso que a menudo es doloroso para los herederos.
La eficiencia fiscal y tributaria quizás sea el principal beneficio tangible de la anticipación de la sucesión a través de la donación. La donación en vida, además de tener una menor tasa impositiva en comparación con la tasa de herencia en algunos estados, garantiza una menor incidencia de impuestos a medida que el ITCMD ha experimentado una fuerte tendencia al alza desde la última década. El ITCMD es un impuesto de competencia estatal, que puede fluctuar según la estabilidad fiscal y la necesidad de recaudación del estado en cuestión. Es importante recordar que el ITCMD en Brasil aún es relativamente bajo (con un tope del 8%) en comparación con economías desarrolladas como Estados Unidos, donde la tasa puede llegar al 40% (tope de la tabla progresiva local).
Existen cláusulas protectoras y restrictivas que pueden ser gravadas al activo a ser donado. Estas cláusulas tienen diversas aplicaciones y particularidades y, debido a la posibilidad de vincularse tanto a activos muebles como inmuebles, han sido ampliamente utilizadas en la planificación patrimonial de familias con gran patrimonio acumulado.
- La cláusula de usufructo busca separar el derecho de propiedad y el usufructo de un mismo activo. En la práctica, se transfiere el activo al donatario, pero el donante conserva los beneficios del uso y los rendimientos generados por el mismo activo. Esta cláusula puede aplicarse tanto a bienes inmuebles como a participaciones societarias y fondos exclusivos cerrados, y es flexible debido a la posibilidad de establecerlo como vitalicio o temporal. La donación con cláusula de usufructo es una de las estrategias más comunes en la planificación patrimonial.
- La cláusula de Reversión establece que, en caso de que el donatario fallezca antes que el donante, el bien donado regresará al patrimonio del donante. Esta cláusula es comúnmente utilizada en donaciones a descendientes que tienen cónyuge, con el fin de proteger a los padres donantes de encontrarse con el bien donado en posesión y bajo los derechos del cónyuge de su hijo o hija en caso de fallecimiento prematuro.
- La cláusula de Inalienabilidad restringe la venta de los bienes donados por el donatario (venta, permuta, alienación fiduciaria).
- La cláusula de Incomunicabilidad impide que el activo donado forme parte del patrimonio compartido de la pareja si el donatario está casado, se casa o mantiene una unión estable, pudiendo extenderse a los ingresos y dividendos como intereses y alquileres.
- La cláusula de Inembargabilidad impide que el bien donado sea embargado para el pago de deudas del donatario y su uso como garantía de préstamos tomados.
Estratégicamente, al realizar el adelanto de la sucesión mediante donaciones, el donante puede eludir problemas financieros, empresariales o judiciales inherentes a la resolución y transmisión de sus bienes en caso de sucesión, protegiendo así el patrimonio familiar. Hay muchos casos particulares para cada una de estas facetas. En términos financieros, los activos con altos costos de sucesión pueden obligar a sus herederos a liquidar algún bien prematuramente para hacer frente a estos costos. En el ámbito empresarial y judicial, las participaciones en empresas con embargos judiciales pueden impedir su transmisión y disfrute a los herederos.
En cuanto a la incidencia de impuestos, además de las diferentes tasas de ITCMD aplicadas por cada estado, aún es interpretativa y controvertida la cuestión de la actualización (o no) del valor del bien a ser donado, como indicador de esta corrección, como la inflación acumulada, el valor catastral actualizado en el caso de bienes inmuebles o el valor de mercado en el caso de valores mobiliarios. La forma también es de suma importancia, siendo la más común la anticipación de la legítima, donde generalmente se comunican bienes entre ascendientes, descendientes y cónyuges. En este caso, como su propio nombre indica, el donatario (heredero) recibe su parte de la herencia de manera anticipada, por lo tanto, la donación por adelantado de la legítima debe tenerse en cuenta en la deducción de la cuota de este beneficiario en el momento de la sucesión.
Por último, pero no menos importante, el punto de atención es el carácter definitivo e irrevocable de la donación. Es decir, no hay posibilidad de revocación y arrepentimiento una vez hecha la donación.
Considerando la particularidad de cada gobierno familiar y empresarial, así como sus respectivas decisiones, la estrategia de la donación conlleva numerosos beneficios, desde los más simples hasta los más complejos y personalizados. Sin embargo, no se trata de un proceso simple, ya que factores como el apego emocional y las disputas motivadas por el orgullo, por ejemplo, introducen subjetividad en el asunto.
Por lo tanto, hay innumerables variables, tangibles o no, que pueden gravar, obstaculizar o incluso anular la donación. Por lo tanto, su ejecución e implementación deben ser respaldadas legalmente por un equipo especializado en el tema que pueda, junto con el planificador financiero, cruzar estas particularidades y decisiones familiares y empresariales con las premisas de la donación mencionadas, con el fin de establecer las soluciones más armoniosas y eficientes posibles.
Escrito por Keiji Hinohara, CFP ®
Socio y Asesor de Inversión